315 familias beneficiarias de la renta mínima ciudadana serán los primeros usuarios
El mercado del Besòs ha estrenado moneda este miércoles por la mañana. En lugar de cartera y euros, varios clientes han sacado el móvil y han abonado su compra en REC, la nueva moneda ciudadana que ha sido presentada por el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. Un total de 42.590,36 REC (equivalentes a euros) han entrado en circulación, puesto que 315 familias beneficiarias del B-Mincome, el ensayo de renta ciudadana local, han recibido parte de esta ayuda en la nueva moneda.
Alargando el brazo entre cajas de gambas y boquerones, el responsable de Peixos Jack ha cobrado por primera vez en REC. El cliente ha acercado su móvil y automáticamente se ha realizado la transacción en esta moneda digital que utiliza la tecnología blockchain. Como esta pescadería, otros 85 pequeños comercios se han adscrito a esta iniciativa que en palabras de Pisarello pretende favorecer el comercio de proximidad y acabar con la “desertización de los barrios”.
Por el momento, los REC solo se pueden utilizar en teléfonos con sistema operativo Android, hasta que en unas semanas llegue a los iPhone. La aplicación REC Barcelona, que puede ser descargada por cualquier persona, permite de una forma sencilla el pago, cobro, e intercambio de la nueva moneda entre los usuarios. Aunque serán los vendedores los únicos que podrán canjear los REC por euros. Martí Olivella coordinador de Novact, entidad que gestionará el proyecto, ha señalado que la etapa de implantación será lenta, pero confía en que funcione fluidamente en el periodo navideño.
El proyecto llega con cinco meses de retraso y con algunas modificaciones respecto la idea inicial. En un primer momento, se había planteado que todos los beneficiarios del B-Mincome recibirían un 25% de esta ayuda en la nueva moneda, sin embargo, al final han sido 315 familias (un tercio del total) las que se verán obligadas a pagar en REC. Por otra parte, también se ha descartado una tarjeta recargable y se ha restringido el uso del REC al móvil.
La acogida entre los vendedores se ha movido entre la esperanza y las dudas. Mientras que algunos creen que es una buena idea y confían en que una vez que eche a andar se verán beneficiados, otros se muestran más escépticos sobre su impacto real. Según las estimaciones de Olivella, cuando el proyecto llegue a su máximo nivel de uso, se moverán entre 60.000 y 70.000 euros al mes, lo que supondría unos 700.000 euros al año. “Calculamos que en dos años se muevan 1,5 millones de euros en estos barrios” ha señalado.
El proyecto se ha estrenado en diez barrios de los tres distritos que miran al Besòs, los más desfavorecidos de la ciudad. Son Ciutat Meridiana, Vallbona, Torre Baró, Roquetes y Trinitat Nova (Nou Barris), Trinitat Vella, Baró de Viver y Bon Pastor (Sant Andreu) y Verneda-LaPau y Besòs-Maresme (Sant Martí).
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