Cada vez que pagamos con recs estamos apoyando, votando, a la economía de proximidad, y por lo tanto a una economía real, más sostenible social, económica y ambientalmente. Además, estamos ayudando a consolidar la red de recs.

Cuántos más dinero circula, más se incrementa la riqueza local colectiva. Permite a la ciudadanía recuperar un cierto control de la moneda mediante la participación en la Mesa de Cambio, generando la capacidad pública, de la ciudadanía, de creación monetaria.

En resumen, la Moneda Ciudadana busca los beneficios de las personas y del medio ambiente, y no sólo el lucro del gran capital.