El proyecto se basa en los valores propios de una moneda ciudadana, para ser un medio de pago digital complementario al euro, con una orientación social (moneda social) y ética al servicio de las necesidades de la población (moneda comunitaria) y del fortalecimiento de la economía de proximidad (moneda local). Es, obviamente una moneda complementaria al euro, que quiere evitar los riesgos e incertidumbres que se derivan de la globalización y de la especulación financiera.